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¿Te atreves a organizar una boda sorpresa?

Sí, no has leído mal, tal y como suena, ¡una boda sorpresa! Te preguntarás de qué se trata, pues sencillamente, lo que su propio nombre indica, organizar tu propia boda en secreto, a espaldas de todos (bueno, tal vez sería bueno que sólo lo supieran los proveedores, organizadores, y si quieres, algún amigo o familiar más íntimo con la condición de que fuera capaz de guardar el secreto hasta el final, algo que puede resultar muy muy difícil).

En realidad esto de las bodas sorpresa es una práctica que cada vez se está poniendo más de moda, al menos fuera de España, y que, si todo sale bien, y los implicados consiguen mantener la boca cerrada hasta el momento del enlace, cuando todo se descubra, puede resultar muy divertido para los novios. Sólo tenéis que imaginar la cara indescriptible que se les puede quedar a vuestros “invitados”.  Por ese momento ya merece la pena ponerse manos a la obra, ¿no te parece?

Vale, ya has decidido que vas a organizar una boda sorpresa, pero entonces surge la siguiente pregunta ¿cómo se organiza un evento así?

La verdad es que, si organizar una boda normal es complicado y puede resultar un quebradero de cabeza para los novios, organizar una boda sorpresa es aún más difícil, porque en todo momento tenéis que tener cuidado de que nadie sospeche nada o se entere de todo. Además, tienes que asegurarte de que todos los “invitados” van a asistir y no te van a dejar tirado, sin ellos saberlo, el día del enlace porque les surjan otros compromisos. Por esta razón si al final tú y tu pareja os decidís a organizar una boda sorpresa, quizás lo mejor es hacer una ceremonia algo más íntima de lo que esperabais, con los amigos y familiares más allegados, porque de esta forma sería mucho más fácil conseguir que todos asistan al “evento” al que los hayáis invitado.

¿Cómo organizo mi boda sorpresa?

Lo primero que debéis pensar es en qué “evento” que sirva de tapadera vais a decirle a vuestros “invitados” que vais a organizar. Puede ser una celebración: cumpleaños, aniversario, etc.; o decirles que es imprescindible que todos los que acepten ir deben comprometerse a asistir, sin falta, porque tenéis que darles una increíble noticia. También es recomendable que penséis en un evento en el que los “invitados” tengan que asistir de etiqueta, con el fin de conseguir que, cuando todo se descubra, nadie se sienta fuera de lugar por ir vestido informal, o algo parecido.

También debéis pensar en los familiares y amigos que se puedan sentir ofendidos por no haberles hecho partícipes de la sorpresa; o de los más mayores, que pueden sufrir un shock: en realidad de lo que se trata es de que todos disfruten.

Sí, la verdad es que organizar una boda sorpresa es un riesgo, y sólo vosotros, los novios, sabéis cómo son realmente vuestros amigos y familiares: si ellos estarían preparados para recibir una sorpresa así. Pero si todo sale bien, puede ser un acontecimiento inolvidable para todos: los invitados y los novios.

¿Te atreverías a comprobarlo?

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